23 d’agost 2008

TESTIMONI SOBRE UNA PÀGINA DE LA NOSTRA RECENT HISTÒRIA


"El controvertido mayo del 37"
(escrit-relat d’en Joaquin García Ribes)

foto de premsa 09/06/87: García Ribes realizant unes declaracions davant del jutge, dient que Demjajuk no és "Ivan el Terrible" (personatge nefast i assassí del camp d'extermini nazi de Treblinka)


"Mi entonces compañero de trabajo Lluís Amat, devoto amigo de Josep Terradellas y, como yo activista del PSUC a la vez que de "La Falç", me entregó una pistola de calibre nada inofensivo, pidiéndome acompañarle hacia finales del mes de abril, como su dicho Primer consejero y el joven secretario particular de éste, más Abad de Santillán y la consabida escolta policial, en incógnita visita a Puigcerdá, feudo inexpugnable y escandalosamente gangesteriano del faísta (FAI) Martín, apodado "el cojo de Málaga".
Accedí para no hacerme sospechoso de "canguelitis escurridiza", pero, anticipándoles mi advertencia de que, mi persistente disentería nos traería más de una molestia con paradas retardantes, en el largo y más a venturado trayecto.

Nunca supe lo que en el muy restringido cónclave , del Ayuntamiento de aquella gran villa sometida y expoliada, trataron, discutieron o acordaron los dos supuestos enviados de la Generalitat, con el bravucón "Generalísimo de la Cerdaña" , ni por qué nos desviamos después por Bellver para dirigirnos al más cercano y escarpado pueblecito de Alp, en apariencia deshabitado, salvo su escondida fortaleza camuflada de Hospital Militar, por los depredadores emboscados del POUM.
Antes de llegar a tan opulenta "madriguera" y, ante una explanada de césped al pie mismo del poblado, mientras Terradellas se ocupaba en convencer a un pobre y aterrorizado pastor para que le vendiese por unos duros de plata, un precioso cordero lechal milagrosamente salvado de vandálicas requisas, yo subí hasta las primeras casas para comprobar si aquella apariencia de pueblo fantasma, quedaría alguien con vida que se arriesgase a seguir allí, en perpetua zozobra de saqueos y amenazas de exterminio habitual. El levantamiento de un visillo, me reveló la imprudente curiosidad de algún niño, en un descuido de sus padres angustiados por el terror de ser descubiertos.

Tras el recodo se ocultaba la entrada del Castillo, protegido por una cordillera en forma de herradura y sembrada de capazos llenos de granadas explosivas, junto a nidos de ametralladoras apunt ando hacia nosotros, quedamos cercados e impedidos de avanzar ni retr oceder, mientras oímos que me gritaba desde la puerta el vigilante de la entrada y probable encargado de dar la orden de dispararnos, sin que yo pudiese reconocerle a tanta distancia.


-¿Eres Ribas?... me repetía.
-Ya no estoy seguro de serlo, pero creo que sí...
- Adelántate, pues, tú solo y que nadie más se mueva de dónde están, en ningún sentido.


Informado por mí sobre los auténticos componentes de la caravana y de que yo ignoraba lo que se proponían tras su secreta conferencia con el Calígula de Puigcerdá, igualmente que si, a los policías de acento valenciano, los enviaba Largo Caballero desde mi "terreta" para su mejor información, me pidió que les invitase a pasar, mientras mi ex amigo del Bloque Obrero y Campesino llamaba por señas a los suyos para reunirnos a todos en la planta baja, llena de provocativas poumistas disfrazadas de enfermeras y de ma sculinos rostros y brazos vendados para el caso y con evidencia o delatora precipitación.

Incautamente, pues, parece que serví o me invitaron precisamente para servir de bandera blanca ante mis excorreligionarios, con lo cual, salvando allí mi vida, hice a Catalunya el flaco servicio de salvar a la vez la de Terradellas y Santillán. Queda probado, pues, que todos, incluso yo, tenemos algo que hacernos perdonar, al menos por lo que se refiere a tales consejeros....

A nuestro regreso a Bellver, me conmovió la manifiesta simpatía con la que aquella población apiñada en la gran plaza escuchaba mis réplicas a las capciosas preguntas del "Primer conseller de Catalunya" , mientras todos esperaban angustiados alguna desesperada solución, ante las nada frívolas amenazas de su inminente exterminación por parte del "Fürer" forastero de la Cerdanya y de sus fanáticos de la FAI.

Y, de vuelta a Puigcerdá para comer primero y que comprasen después quienes tenían plata, subsistencias tan quiméricas para los barceloneses, como grandes panes redondos, carnes, embutidos, legumbres, chocolate, café, aceite y demás artículos digeribles y sin cartilla de racionamiento, ni en sueños alcanzables para media España.

Ya de noche y de regreso, cada uno en su mismo vehículo de ida, el mío se averió y, redistribuidos entre los otros coches los demás compañeros de viaje que conmigo habían de ocupado el coche inutilizado, me abandonaron solo en la entonces "terrorífica" Collada de Tosses, con el cordero y demás compras que a mi lado y a los pies del asiento habían apilado.

Ilusorio pensar, que nadie osara detenerse a tales horas y tan peligroso lugar, siniestramente famoso entonces por sus arbitrarias ejecuciones y despeñamientos nocturnos. El único que aflojó la marcha y paró, sorprendido del coche vacío y de la carga tirada, debía yo desconfiar y temerme lo peor; pues, podía ser el temido Eroles, Jefe de Servicios policiales, de quién yo sabía, por mi amigo el comisario General Rodríguez Salas, su propósito de liquidar a un tal Ribas, que era yo, de quién por suerte ignoraba mi primer apellido García.

Con esta previsión y ante su insistencia en que me acomodase a su lado en la parte delantera, yo se lo agradecía excusándome con mi sincera compasión por el pobre cordero, cuyas cuatro patas prietamente atadas durante tantas horas me proponía liberar, acostándolo a mí lado en el asiento trasero. Y así, mientras yo vigilaba obsesivamente sus dos manos al volante, por si a una de ellas le tentase deslizarse hasta la empuñadura de su arma, mi mano derecha, siempre dentro del bolsillo , no soltaba por si acaso el gatillo de mi pistola.


Ambos evitábamos callar, pero . tambien abordar temas que rozaran la menor posibilidad de nuestra mutua identificación, hasta que al parar en la Rambla de Barcelona, entre la Virreina y "La Falç", él me ofreció sus servicios como Jefe de Servicios en la Comisaría de la Vía Layetana, sin ya callarse su nombre de Eroles. Le correspondí prometiéndole tenerme a su disposición allí en " La Falç", pero callando lo de Ribas y deletreándole amablemente el G a rc í a.

Y, como los regresados antes que yo, no se molestaron en bajar a recoger sus compras (de seguro que para no dar la cara ni disculparse),no vacilé en cargar con todo hasta pasada la plaza España donde vivía , ni en despertar a mis convecinos para compartir con todos y según las indigencias de cada uno, el para ellos tan providencial como sorprendente botín. De trocear el cordero, se cuidó un joven y recién ascendido Comandante acabado de llegar del frente de Madrid, donde al parecer se había convertido en un experto desollador de perros como recurso complementario de ranchos deficitarios. Y así celebramos anticipadamente, nuestro unánime brindis por la inmediata Liberación de la Cerdanya, de sus indeseables depredadores y verdugos dela FAI y del POUM.


Dos días después, al siguiente de cursar mi baja en "La Falç" y devolverles la pistola, fue abatido para siempre el tristemente célebre "Cojo de Málaga", en su primer ataque a Bellver. Para el segundo, de unos 600 atacantes, llegó a tiempo el Delegado de la Generalitat en Lleida, Francesc Viadiu, con treinta guardias de Asalto bajo su mando con el que ayudó decisivamente a derrotarlos luchando codo a codo con los valientes obstinados de Bellver, triunfantes y tranquilos al fin. Lo había prometido y, desatendiendo los consejos de su amigo el Consejero de Gobernación Artemi Aiguadé, lo cumplió y puede dar fe de todo ello, pues sigue vivo y es diputado de la actual Generalitat. ( aquest escrit d’en Garcia Ribes fou escrit l’any 1987).


A la vista delo cual, demos ya y de una vez, por evidente, que a los vándalos de la Cerdanya, les sirvió de tapadera la Telefónica para mejor encubrir y hacer olvidar la derrota y sus insaciables ferocidades de allá.
Porque, siempre les será fácil que desvirtuar "aquello", seguir ignorando que el tal desalojo del 4 de Mayo, fue acordado por la Generalitat, comunicando para su efectividad el Consejero de Gobernación que a su vez ordenó su inmediata ejecución al Jefe de los guardia de Asalto coronel: Arrando, del cual su subalterno su verdadero ejecutor, el comandante Carmelo Izquierdo Carvajal, exigió la confirmación escrita y firmada de tal orden mientras distribuía estratégicamente sus fuerzas para el caso, e inmediatamente de ordenar al Capitán Peña que sin nueva orden y si allí sonaba un tiro, se pasara a cuchillo a todos los ocupantes, los hizo desfilar entre doble fila de guardias para entregar las armas en la planta baja, sin esperar a la Montseny y que por teléfono la había anunciado su llegada y suplicado que la esperase antes de actuar. Y, quedándose a dormir en el primer piso, sin más protección que dos de sus guardias.

Sin embargo, los embarulladores de la Historia y sus copistas, siguen achacando la acción, incluso la iniciativa de la misma , a Rodríguez Salas, con lo cual supone el don divino de la ubicuidad. De sobras tuvo con defender su Comisaría desde el primer minuto, hasta muy de mañana del 7 que, andando solo camino de su casa, con cara de agradecer el desatino de su destitución, me lo encontré sin ninguna escolta en el Paseo de Gracia, a la altura de la calle de Aragón.
José García Ribes (escrit l’any 1987)"
Nota:

Aquest periodista i redactor valencià des de l’any 1924, va conèixer a molts personatges, com: Lluís Companys, Garcia Lorca, Josep Terradellas, Pau Casals, Joan Peset, Fernando Valera, Melquiades Álvarez, Manuel Azaña, Largo Caballero, Eduardo Ortega y Gasset, Mario Blasco (fill de Blasco Ibañez), Juan Negrin, etc. etc.

Va viure moltes situacions, pròpies del seu treball com a periodista, també per les seves idees republicanes i esquerranes, en un escenari difícil i dramàtic com la Guerra Civil del 36, on molts dels vençuts com ell, marxaran cap l’exili, la qual cosa no significarà ni molt menys, el final dels seus nombrosos patiments, doncs, entre altres, l’ocupació de França per part de les tropes de Hitler, comportarà una veritable caça de republicans espanyols i catalans per ser exterminats, com el tristament: Camp de Treblinka, on Joaquim García Ribes, va poder escapolir-se d’aquest, i va ser l’únic supervivent republicà d’aquest maleït camp d’extermini.

Aquest singular personatge; "Fill Adoptiu del Municipi de Montcada i Reixac l’any 1988" per l’exemplaritat de la seva vida dedicada al servei de la llibertat, de la democràcia i de la justícia.

Garcia Ribes va morir a Montcada el dia 17 de gener de l’any 1992, la seva tomba en el petit cementiri de Reixac, destaca, perquè a la seva làpida n'hi ha un epitafi prou significatiu, aquest:
"EXTREBLINKA
NO PERDONO JAMAS
NI COMO TESTIGO
NI COMO VICTIMA
NI COMO REPUBLICANO ESPAÑOL"

(text original d'en Garcia Ribes. Comentari (nota) d'en Ricard Ramos)

Imatge de l'esquerra: del llibre d'en Josep M. Cuyàs i Tolosa "Diari de Guerra- Badalona 1936-1939) volum.I edició Museu de Badalona 2006.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Hola Ricard:

Un cop acabades les vacances, de les primeres coses que he fet ha estat entrar en el teu blog.
Es admirable la teva dedicació i la objectivitat a l'hora de tractar temes tan sensibles encara ,com els relacionats amb la guerra civil.
Sobre aquest tema, m'ha semblat molt bé les referencies que fas del el llibre de Miquel Mir "diari d'un pistoler de la FAI i sobre el llibre "El silenci de les campanes".
Jo estic treballant en un article que es publicará a Quaderns sobre els primers dies de la guerra civil i el paper de l'Ajuntament de Montcada.
Per cert, un dia navegant per internet vaig accedir a una informació del departament de Presidencia de la GENERALITAT en la que s'informava d'una partida presupostaria a l'Ajuntament de Montcada per a la col.locació d'un monument dedicat a totes les víctimes de la guerra civil a Montcada. En saps alguna cosa d'aquest tema ?
gracies i una abraçada
Josep Capella

Anònim ha dit...

Hola m'agrada molt aquest text, doncs el meu besavi era el germà de Joaquin i la meua iaia es la seua neboda. He començat a interesarme molt per aquest tema dels camps de concentracio gracies a la meua avia que em contava tot el que son tio es dir Joaquin va viure a Treblinka. Molt bon treball.

Scatano / Ricard Ramos ha dit...

Benvolgut comunicant/ta del dia 16 de març de les 17:43 hores.
Gràcies pel seu comentari. Si vol podria informar-li de més coses sobre Joaquim Garcia Ribes.
El meu correu és:

monteviacus@telefonica.net

Cordialment,
Ricard Ramos